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Responsables de ayuntamientos de Milán, Londres, Pontevedra, Valencia, Valladolid y Madrid, personas expertas en calidad del aire y movilidad, personal investigador del ámbito de la universidad y activistas ambientales se dieron cita ayer en Madrid en torno a la Jornada Zona de Bajas Emisiones (ZBE). Un encuentro organizado por Ecologistas en Acción y patrocinado por la European Climate Foundation que perseguía reflexionar sobre esta herramienta de restricción de tráfico en nuestras ciudades.
Una decena de ponentes se reunieron en la Representación en España de la Comisión Europea para exponer las bondades de las ZBE, sus limitaciones, algunas experiencias y los retos a los que se enfrentan. Como afirmó Nuria Blázquez, responsable de Transporte de Ecologistas en Acción, “se trata de una herramienta que se ha demostrado eficaz pero que todavía no es tenida en cuenta por la mayoría de ciudades españolas”.
Tras las palabras de bienvenida de Juan González Mellizo en representación de la Comisión Europea, abrió la jornada Ismael Aznar, Director General de Calidad y Evaluación Ambiental del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Aznar introdujo los beneficios de esta herramienta de restricción del tráfico no solo para reducir las emisiones de gases contaminantes sino también las de efecto invernadero. De hecho, el Director General dejó claro que “este será un instrumento fundamental para reducir las emisiones GEI en el Estado español, según lo fijado en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima”.
Llegada de Italia, habló Veronica Bellonzi, responsable de la Unidad de Desarrollo del Sistema de Movilidad del Ayuntamiento de Milán, quien presentó las diversas actuaciones de esta ciudad en materia de lucha contra la contaminación: zona de bajas emisiones, tasa de congestión, incentivos para la compra de vehículos menos contaminantes, el fomento del transporte público, el vehículo compartido y la bicicleta.
Además de Milán, también se pudo conocer la experiencia londinense, de la mano de Haley Bowcock, técnica de la Autoridad del Gran Londres (la administración que gobierna el área urbana de Londres). La ponente presentó los ambiciosos planes de la capital británica para lograr una ciudad cero emisiones, entre ellos, la zona de Emisiones Ultrabajas (ULEZ), que ocupará la mayor parte de la ciudad. Una envidiable y muy completa red de control de emisiones, acompañados de un constante trabajo con la ciudadanía para conseguir el apoyo del público. En palabras de Bowcock, “Londres podría ser la primera megápolis que consiga que el aire de la ciudad cumpla con los límites de contaminantes de la OMS”.
La representación científica corrió a cargo de Xavier Querol, científico del CSIC y experto en calidad del aire. En su exposición, Querol dejó claro que existe clara conexión entre el transporte motorizado y la contaminación por NO2 en las ciudades, que no todas las emisiones de partículas debidas al tráfico proceden del tubo de escape (entre el 8 % – 11 % de las PM10 las generan los frenos o los neumáticos) y que existen medidas eficaces para luchar contra esta contaminación: medidas para reducir vehículos, implementación de ZBE, distribución urbana de mercancías, y rediseño urbano. Además, el ponente advirtió que “en las ZBE es tan importante el tipo de restricción como el área implicada. Y tiene que hacerse en toda la ciudad. Tampoco es suficiente peatonalizar las calles, hay que reducir vehículos”.
Pontevedra y Madrid Central, dos experiencias de éxito
«Queríamos una ciudad para la gente. Sorprendentemente, no todas las ciudades están pensadas para las personas». Con estas palabras arrancó su ponencia Miguel Anxo Fernández Lores, alcalde de Pontevedra desde 1999, quien lleva con orgullo la exitosa experiencia de peatonalización de esta ciudad. Y continuó con varias preguntas: “¿Para quién es la ciudad?, ¿qué queremos hacer en el espacio público: llenarlo de coches o crear espacio para las personas?»
Motivado más por la autonomía de las personas que por el problema de la contaminación, en Pontevedra se inició hace años un proceso de transformación por el cual la ciudad ha ido recuperando el espacio para las personas y las ha puesto en el centro de sus políticas. Ha sido a través de un cambio radical de prioridades, limitando el tráfico motorizado a lo estrictamente imprescindible, pacificando las calles, revalorizando la movilidad peatonal y ciclista y poniendo el foco en la infancia. En Pontevedra hay aparcamientos gratuitos a la entrada de la ciudad, el transporte público es accesible, la gente camina mucho, la infancia habita el espacio público y no hay muertos por tráfico. “Es lo más parecido a la ciudad de los niños de Tonucci”, enfatizó Fernández Lores.
Para el alcalde de Pontevedra, independientemente del tamaño de la ciudad, «no hay excusas para no tomar medidas desde los ayuntamientos y mejorar la calidad de vida de las personas y la calidad del aire». Además, señaló: “la clave del éxito es poner en marcha medidas contundentes desde el principio de la legislatura. La oposición siempre buscará problemas, pero la gente sabe valorar las ventajas de una ciudad sin coches”.
Por otro lado, la Jornada Zonas de Bajas Emisiones acogió la experiencia de Madrid Central como una medida eficaz para reducir la contaminación del aire. Juan Bárcena, portavoz de Ecologistas en Acción, expuso el balance del informe del primer año de funcionamiento de esta medida, en el que se constata una reducción de los óxidos de nitrógeno de un 20 % en la zona de la ZBE así como una reducción significativa en el resto de la ciudad.
El análisis de Ecologistas en Acción recoge la preocupación ante la falta de compromiso desde la actual corporación municipal, que lanza mensajes que generan incertidumbre sobre la continuidad de medidas que han resultado positivas para mejorar la deficiente situación del aire en Madrid.
También sobre Madrid Central, pero desde el ámbito de la investigación académica, Juan Prieto-Rodríguez y Rafael Salas expusieron los resultados de su análisis estadístico sobre esta medida. Mostraron que Madrid Central ha sido efectiva para mitigar la contaminación en a capital, además de constatar que, a pesar de la polémica levantada, no ha habido ningún efecto frontera, o aumento del tráfico y la contaminación en las zonas periféricas a la ZBE.
Debate de representantes municipales
La jornada concluyó con un debate entre cuatro responsables municipales sobre cómo se pueden abordar los problemas de la contaminación atmosférica y la emergencia climática desde las ciudades. Intervinieron Miguel Anxo Fernández Lores, alcalde de Pontevedra, María Sánchez Esteban, concejala de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible del Ayuntamiento de Valladolid, Giuseppe Grezzi, concejal de Movilidad del Ayuntamiento de Valencia y José Antonio Martínez Páramo, Coordinador General de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid.
Restricciones al tráfico, aparcamientos y peajes fueron los tres ejes sobre los que discurrió un debate en el que se puso sobre la mesa la necesidad de que el Gobierno central aprueba la obligatoriedad de las ZBE y lo acompañe de dotación presupuestaria. “El Gobierno tiene que ser valiente” afirmó Giuseppe Grezzi, “es algo necesario para poder implementar estas herramientas en los municipios”. Cada uno de los representantes políticos hizo un repaso de las medidas que se están realizando desde sus localidades y posteriormente se dio paso a las preguntas e intervenciones del público asistente.
Desde el público se repitieron preguntas que cuestionaron al representante del Ayuntamiento de Madrid sus medidas para mejorar la calidad del aire y la movilidad de la ciudad, el plan Madrid 360 y el macroparking previsto junto al Retiro. Respecto al primero, la pregunta fue directa: “¿Cómo van a convencer a la UE de que dejar entrar a más coches va a reducir la contaminación?, ¿cómo van a cumplir sus compromisos?”, a lo que Martínez Páramo respondió de manera escueta: “lo vamos a cumplir”. Sobre el macroparking, desde el público se preguntó sobre la existencia de estudios sobre su impacto, algún estudio de modelaje, y si este lo había hecho alguna universidad. “Los estudios los hacen los técnicos del Ayuntamiento” es la respuesta que se obtuvo.
Al terminar el día, Nuria Blázquez, coordinadora del área de Transporte de Ecologistas en Acción, se mostró muy satisfecha con la jornada. “Hemos visto diferentes aspectos de las ZBE, las exposiciones han sido muy enriquecedoras, se han compartido muchas experiencias y se ha generado debate. Es un buen paso para seguir trabajando e intentar convencer a las administraciones públicas de que tomar medidas para mejorar la calidad del aire no es tan difícil, está avalado por estudios y por diversas experiencias de éxito. Se trata de una cuestión de voluntad política”.
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