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En el último mes, más de 11.000 personas se han visto obligadas a huir por los enfrentamientos en El Geneina, en el estado de Darfur Occidental, y buscar refugio en el vecino Chad. Solo durante la semana pasada huyeron 4.000 personas, y se estima que las hostilidades han desplazado a cerca de 46.000 personas dentro del país.
La mayoría de estas personas ya eran desplazadas internas en el momento en el que se produjeron los ataques en Darfur Occidental a finales de diciembre de 2019, incluso en los propios campamentos de desplazados, por lo que huyeron y buscaron refugio temporal en colegios, mezquitas y otros edificios en El Geneina.
Desde El Geneina, localidad situada a solo 20 kilómetros de la frontera, miles de refugiados sudaneses cruzaron hacia Chad, una cifra que según estimaciones de ACNUR podría ascender a las 30.000 personas en las próximas semanas de continuar las tensiones. Los testimonios compartidos con los equipos de ACNUR en el terreno indican que las personas están huyendo de los ataques perpetrados en sus pueblos, hogares y propiedades, que en muchos casos han sido incendiados y reducidos a cenizas.
En Chad, las personas refugiadas se encuentran actualmente repartidas en varios pueblos situados en una franja de unos 100 kilómetros a lo largo de la frontera, en torno a la ciudad de Adré, en la provincia de Ouaddaï, donde ya se acoge a 128.000 refugiados sudaneses. Las condiciones son alarmantes: la mayoría vive al raso o en refugios improvisados, con escasa protección ante las inclemencias climáticas. Se necesitan alimentos y agua potable de forma urgente, y las condiciones de salud son preocupantes.
ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, junto con su contraparte gubernamental y sus socios humanitarios presentes en el terreno, está coordinando la respuesta ante esta emergencia, llevando a cabo el registro de las personas refugiadas y repartiendo asistencia humanitaria de emergencia como alimentos, agua potable y artículos de primera necesidad. Se está identificando y asistiendo a las personas refugiadas con necesidades específicas, incluidos niños y niñas no acompañados.
Sin embargo, las llegadas de refugiados se producen a un ritmo que sobrepasa las capacidades existentes. Para reforzar la respuesta se requieren más recursos y un mayor apoyo.
ACNUR y el Gobierno de Chad se encuentran inmersos en el proceso de identificar un nuevo asentamiento más alejado de la frontera, donde se pueda reubicar a las personas refugiadas y que estas cuenten con la seguridad y la ayuda que necesitan desesperadamente.
Al mismo tiempo, en Darfur Occidental, ACNUR y otros actores humanitarios están haciendo llegar de manera urgente artículos de primera necesidad como mantas, esteras para dormir y bidones para ayudar a las mujeres, hombres y niños desplazados en más de 30 puntos de encuentro diferentes. Durante la semana pasada llegaron camiones con más artículos humanitarios desde los almacenes de ACNUR en otros estados de Darfur, y ya hay otros cargamentos de ayuda en camino.
ACNUR sigue pidiendo a la comunidad internacional su apoyo al gobierno de transición de Sudán para trabajar sobre las causas profundas del conflicto en Darfur. El restablecimiento de las condiciones de seguridad es esencial para la consolidación de la paz, y contribuirá, asimismo, a la puesta en marcha de programas de ayuda para el desarrollo que resultan indispensables para promover soluciones duraderas, como el retorno de personas desplazadas internas en Sudán y de los refugiados una vez se den las condiciones propicias.
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