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Un refugiado sirio con sus hijos de cinco y dos años en el campo de Bardarash, en Duhok, en Irak. © ACNUR/UNHCR/Hossein Fatemi
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En el año pasado, de los 1,4 millones de personas refugiadas en todo el mundo que necesitaban ser reasentadas con urgencia, solo 63.696 pudieron acceder al reasentamiento en terceros países a través de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados, ACNUR.
A pesar de que el número de personas refugiadas que accedieron al reasentamiento en 2019 es un 14% superior al del año anterior - periodo en el que se beneficiaron de estos programas 55.680 personas -, sigue existiendo una brecha importante entre las necesidades de reasentamiento y las plazas ofrecidas por los distintos gobiernos en todo el mundo.
“El reasentamiento no es la solución para todas las personas refugiadas en el mundo, pero sí que es una medida que puede salvarle la vida a aquellos refugiados cuya supervivencia depende de ello y garantizar la protección de quienes se encuentran en situaciones de mayor riesgo”, explica Grainne O’Hara, Directora de Protección Internacional de ACNUR.
La mayor parte de las salidas facilitadas por ACNUR para el reasentamiento se dirigieron a Estados Unidos, seguido por Canadá, Reino Unido, Suecia y Alemania.
Los más de 63.000 refugiados reasentados en 2019 procedían en su mayoría de Siria, la República Democrática del Congo y Myanmar.
Uno de los objetivos principales del Pacto Mundial sobre Refugiados es el incremento de las oportunidades de reasentamiento en terceros países y de otras vías complementarias para la admisión de refugiados en los países, como la reunificación familiar, visados de estudios y oportunidades laborales. Es una forma muy tangible de que los Estados compartan responsabilidades y que muestren su solidaridad con los países que acogen a grupos numerosos de población refugiada.
Con este objetivo, el año pasado se presentó la Estrategia Trienal sobre Reasentamiento y Vías Complementarias por parte de gobiernos, ONG, la sociedad civil y ACNUR, para promover el incremento de las plazas de reasentamiento y de las admisiones, así como para ampliar el número de países que ofrecen estos programas.
Aunque en 2019 se alcanzó el objetivo contemplado en esa la estrategia de facilitar la salida de 60.000 refugiados bajo programas de reasentamiento a 29 países, al ACNUR le preocupa que, dadas las proyecciones actuales, el número de personas refugiadas que puedan beneficiarse de reasentamiento en 2020 sea menor. El objetivo para este año es que 31 Estados reciban bajo reasentamiento hasta 70.000 personas refugiadas derivadas por ACNUR.
Entre las prioridades de ACNUR para este año están tanto el incremento de las plazas para el reasentamiento de refugiados en terceros países como el aumento del número de países que reciben a refugiados reasentados y de los que ofrecen vías complementarias de admisión, así como velar por la integridad del programa de reasentamiento.
ACNUR y OIM han presentado una iniciativa conjunta llamada Reasentamiento y vías Complementarias Sostenibles para poner en marcha las actividades necesarias que permitan lograr los objetivos de reasentamiento y de los programas de vías complementarias. Ambas organizaciones solicitan el apoyo de los Estados para que contribuyan a financiar esta iniciativa, que requiere 19,9 millones de dólares estadounidenses.
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